Historia

« Vivir Viñedo y Champán», la historia de una familia.

La historia «Champán» de la Maison Billiard comienza con Alfred Billiard, primer viticultor del linaje que convirtió en champán el producto de sus viñas. Su hijo, Pierre-Alfred, todo un personaje en el entorno champanés, desarrolla su personalidad. Conocido como «le Gaulois» (el Galo), en referencia a sus espléndidos mostachos que tan bien le quedaban, era viticultor y hombre de letras.

Con su fiel cuaderno, anotaba comentarios y poemas inspirados por aquella naturaleza a la que tanto amaba. La Maison Billiard le debe dos valores esenciales: dar vida al viñedo respetando la tierra y el tiempo y dar a la relación humana fidelidad y rectitud. Depositario de estos valores, Hubert Billiard es el hombre que, hoy, ofrece a la Maison sus palabras de nobleza. Al desarrollar vinificación y champanización, Hubert Billiard, con la ayuda de su hijo Joffrey, se concentra en la creación de champanes con carácter, que saben contar preciosas historias a quienes los degustan.

Historias que hacen vivir Viñedo y Champán.

Es la tierra la que marca el carácter de las uvas y sus mostos.
Así que evocar la Maison Billiard es, necesariamente, evocar la tierra del Gran Valle del Marne situado en el sur de la Montaña de Reims. Es evocar su viñedo en los municipios clasificados como Premier Cru de Mutigny y Avenay-Val d’Or y Grand Cru de Ambonnay.

Estos viñedos, expuestos en su mayoría al sur y suroeste, están compuestos por nueve parcelas en Avenay y cuatro parcelas en Ambonnay. Entre ellas, la Côte des Naux y los Champs Hérard se encuentran sobre las alturas cercanas al alto de Mutigny. Y las diversas laderas descienden desde el bosque de Feuillis mientras que los Fêteux contemplan el valle del Livre*, que atraviesa el pueblo de Avenay. El suelo y el subsuelo son unas veces calcáreos, otras arcillosos o sedimentarios, idealmente entremezclados.

Ese terreno forma así una magnífica tierra donde asentar las variedades Pinot Noir y Chardonnay. Desde siempre, los Billiard dan vida al viñedo, su viñedo. Con el respeto debido al tiempo y a la tierra, desde siempre.

« Dar Vida al Viñedo y el Champán», una historia de la tierra.

« Dar Vida al Viñedo y el Champán», una historia de viticultores.

Ser viticultor es estar en las viñas y en el vino. Ser viticultor Billiard es estar orgulloso de tener un pasado rico y un pago tan hermoso. Es producir una magnífica uva y crear así champanes donde moran un arte y una cultura.

Hubert Billiard «pastorea» sus viñas, con una media de edad de cuarenta años, en método reflexivo, que aporta todo su sentido al respeto por la tierra. De esta manera, los años han transcurrido sin aportar modificaciones a la tierra. Este ayuno regular permite profundizar en las reservas del suelo para obtener una mejor concentración aromática en los mostos. Hubert Billiard coloca también la creación de sus champanes bajo los mismos valores. Aquí, el prensado de la uva es muy progresivo y los mostos tienen una pureza de gusto total. Aquí, la vinificación se realiza según un procedimiento natural que excluye la filtración y el paso por frío artificial. La riqueza aromática y la acidez natural, tan importante en un champán, se conservan de esta manera.

Largo tiempo después, al salir de la bodega, los vinos base de la Maison expresan, por fin, el arte del viticultor en estas soberbias notas de frescor y expresión, de aroma de frutos frescos y brioche. Por ser fruto de la misma pasión y los mismos valores, los vinos base de la Maison saben cómo ser Champán Billiard. Cada uno de ellos, dotado con una personalidad, enriquece el placer de todos los paladares.